lunes, junio 26, 2006

Nuestra abundancia no se puede pagar, solo es posible A COSTA DE LOS DEMÁS, la muerte lenta y la sinrazón de todo aquello que tiene verdadero valor

Si, así reza la canción Resistencia, de Reincidentes, el grupo sevillano que marcó mi adolescencia desde que empecé a desbaratar en mi mente sus lúcidas letras a los 13 años.

A veces, la verdad, es que duele pensar en cómo funciona este mundo "civilizado" en el que nos hayamos. Yo, aquí sentada, escribiendo mis gilipolleces en un ordenador para colgarlo en internet y que "el mundo" lo lea. Eso, si consideramos "el mundo" al pequeñísimo porcentaje de seres humanos que tiene acceso a internet y tiempo que perder en leer tonterías en vez de estar solucionando sus problemas... Me siento mal. Me siento mal porque yo tengo acceso a una serie de lujos desorbitados cuando hay otros seres humanos en este planeta que no tienen cubierto ni el derecho al alimento, porque los considero LUJOS, porque aunque deba dinero y tenga que pagarme mis estudios a base de currar de camarera, yo soy rica. Soy RICA. Tengo todo lo que necesito y muchísimo más. A veces me tumbo en la cama y miro la puerta de mi armario llena de postales adheridas con Masilla Tack, de Makro Paper y pienso: Puta Sibarita, solo con lo que valen esas postales y la masilla que las mantiene en la puerta ya comería una familia de personitas que solo han tenido la desgracia de nacer en el hemisferio equivocado, el de los esclavos, los subhumanos.

Nunca me he considerado abiertamente comunista, pero la verdad es que me doy cuenta de que soy más roja que los tomates maduros. Cuando oigo hablar a mi amigo Carlos Torrecillas (cosa que hace tiempo que no tengo el placer de experimentar), o al Falero, o a cualquier comunista convencido y versado, sobre política, se me agranda el pecho. Son sólo palabras, lo sé, pero cuánto valor encierran.

Yo, como psicóloga, no puedo más que protestar contra este capitalismo que nos substrae la humanidad con la que nacemos. El capitalismo nos está deshaciendo desde dentro, y ojalá que viva para ver como estalla este sistema tan antihumano. Crecemos educados en la convicción de que tenemos que ser unos ganadores. Desde pequeñitos, el mejor de la clase, el que más corre en gimnasia, el que más goles marca en un partido (aunque sea a costa de no pasarle la pelota a nadie más) y después, tenemos que ser los que menos trabajemos y más ganemos. A veces me pregunto si es que nadie se da cuenta de que para que uno gane, muchos tienen que perder. Sé que la competición potencia en cierto grado nuestras habilidades, pero por favor, no puede ser a costa de pisotear al resto... En un mundo en el que te educan para ganar es muy fácil frustrarse al perder. Para que uno se sienta ganador muchos tienen que perder, así que hay muchas probabilidades de PERDER. Esto está destrozando a las personas que se esfuerzan por mantener y vivir en el sistema capitalista, porque la frustración lleva a la ansiedad, la depresión... la mente no lo soporta, cada día es peor y hay que admitir, que el sistema capitalista quiebra la psique. Competir o perder. Qué mal rollo...

Y por supuesto, para que unos países se enriquezcan otros tienen que empobrecerse y esto que pasa a nivel individual pasa a nivel grupal, organizacional, nacional e internacional. Grupos marginados, países en quiebra... La verdad es que no sé si soy comunista, pero me parece injusto el simple hecho de que un albañil cobre menos que un médico. Lo siento, pero es así como pienso. ¿Acaso no son ambas cosas trabajo igualmente? Vale que el médico ha invertido tiempo y dinero en su formación, pero, ¿y si eso no costase dinero? Aquí nos esforzamos por sacarnos una carrera en general solo porque así tendremos un mejor puesto de trabajo y sueldo en el futuro. ¿Y si eso no fuese así? ¿Y si todos fuésemos a ganar lo mismo por las mismas horas trabajadas? De seguro que entonces descendería drásticamente el número de universitarios, aunque te pagasen un salario durante la carrera. Porque todo el mundo no tiene vocación de médico, y si no, que se lo digan a los médicos de la Seguridad Social Española, je je... ¿Llevaría eso a una estabilidad? Desde luego lo que no lo está haciendo es este sistema, y porque de la vivienda prefiero no hablar...